¿Quién enseña a quién realmente en la vida? ¿Somos nosotros quienes enseñamos a nuestros hijos o son nuestros hijos quienes nos dan las más preciadas lecciones convirtiéndose en nuestros maestros?
En la vida como padres, maestros y adultos procuramos ser un ejemplo para los niños, aspiramos a ser el modelo que ellos seguirán para guiar sus vidas. A veces pasamos por alto que los niños también tienen mucho que enseñarnos.
Los niños son un ejemplo ya que siempre son genuinos, saben disfrutar la vida y vivir en el presente. Sueltan lo que tienen que soltar de forma instintiva, logrando navegar ligeramente por la vida. Nosotros los adultos estamos acostumbrados a luchas por obtener cosas y con esto cargamos nuestras mentes. Llevamos una gran maleta que cada vez es más pesada y no logramos soltar lo que nos ayudará a navegar la vida de una forma más sencilla. Esto nos produce una gran cantidad de miedo, preocupación y estrés, sentimientos que nos anclan al pasado y no nos ayudan.
Trabajemos en sacar nuestro niño interno y aprender a cargar cada vez menos, a viajar ligeros por la vida. Aprender a vivir más y preocuparnos menos, estresarnos menos. Disfrutar cada día y ser más sencillos para lograr vivir una vida plena.
Un ejercicio que pueden hacer es escribir cada día qué es lo que están cargando. Una vez que lo identifiquen piensen o escriban que quieren soltar ese día. Con este ejercicio poco a poco iremos disminuyendo el tamaño de nuestras maletas. Espero que esto les ayude a sentirse mejor, preocuparse y estresarse menos, lograr descansar y disfrutar más. Soltar es dejar más espacio para disfrutar.