Los niños poseen una capacidad innata para cuestionarse todo, lo que ocurre es que conforme se va creciendo, las preguntas que van formulando carecen de respuestas. El mundo de la tecnología nos permite tener una respuesta rápida a las preguntas, sin embargo en ocasiones contestamos a nuestros hijos que no sabemos la respuesta y que dejen de molestarnos con sus preguntas.
Si pudiésemos contestar a todas y cada una de las preguntas de los niños, quizá crecerían distinto. Cuando uno formula preguntas lo utiliza como un método de experimentación, para encontrar la verdad de las cosas, el sentido del mundo. Vivimos en un mundo que esquiva las preguntas por miedo a no tener la respuesta, es la manera con la que crecemos. Al no tener respuestas dejamos de empeñarnos en buscarlas y el conocimiento se vuelve meramente tradicional, en donde memorizamos lo que nos dicen y no cuestionamos.
Los mayores descubrimientos en la historia se dan a partir de cuestionamientos, Newton se preguntó el porqué se caía una manzana y descubrió la gravedad, Copérnico se preguntó cuál era el centro del universo cuando los demás daban por hecho que era la tierra, Cristobal Colón se preguntó si habría otro camino para llegar a India y encontró América. Es por eso que debemos de dejar que nuestros niños descubran el mundo cuestionándose, sólo así dejaremos que nuevos descubrimientos tomen su curso.
Algunos de los tips que les recomiendo para contestar preguntas son:
- Contestar con explicaciones sencillas, que vayan de acuerdo a su edad. Esto también reforzará su lenguaje.
- No te rías si alguna pregunta te parece chistosa. Considera que muchas cosas son nuevas para él y apenas se está formando su mundo por lo que no hay «preguntas tontas», todas las preguntas son importantes.
- Contesta a su pregunta con otra pregunta. Por ejemplo¿Tú por qué crees que ocurre?, harás que sienta que sabe cosas y que también sus conocimientos y opiniones son valiosas, fortaleciendo su autoestima.
Nos leemos en el siguiente artículo.
